Además del amplio surtido de crepes, disponen de una carta variada de ensaladas, tablas de embutidos, quesos y patés, platos para compartir y algún plato principal para el que no le gusten las crepes.
De los postres hay que destacar su Tarta de la Abuela, todo un clásico que no defrauda (por supuesto tiene que gustaros el chocolate).
Durante la semana tienen menú del día por 11 Euros. No es el más económico de Santiago pero la calidad y variedad merecen la pena.
Tres primeros y tres segundos a elegir. En los primeros hay siempre una ensalada y en los segundos un plato de pescado, uno de carne y, como no, una crepe. El postre o café y la bebida incluidos.
En las fotos podéis ver un menú de esta semana.
- Primeros:
o Croquetas de chipirones y carne: muy buenas, deberían ponerlas en la carta. Realmente estaban mejor que las de centollo de la carta.
o Calabacines mimosa: supongo que se llamaban así por el huevo que hacía el efecto de una mimosa.
- Segundos:
o Hamburguesa casera: muy sabrosa y efectivamente se notaba que era casera. Una pena las patatas que deberían serlo también.
o Crepe Popeye: huevo, jamón York, queso gruyère y espinacas, un clásico de la carta.
- Postre: cómo no, Tarta de la Abuela.
El servicio siempre es muy bueno y agradable. El local (recientemente reformado) es acogedor. Quizás cuando está lleno puede resultar un poco agobiante.
Viernes y sábados suele estar a tope y conviene reservar. Creo que es normal porque el restaurante está en el centro y ofrece comida diferente a un precio razonable.
Cena para dos compartiendo un primero, más dos crepes, con postre y bebida sale por 20-25 Eur/persona, en función, claro está, de la bebida
Repetiré: muchas veces. Además es el restaurante preferido de Falbalá.
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