Creo que por fin lo he conseguido: la receta de la masa para pizza fina.
Después de varios intentos en los que el resultado siempre ha sido una masa decente pero más o menos esponjosa, hoy por fin he conseguido acercarme a la masa fina.
Llamo masa fina a la que nos podemos encontrar en los restaurantes italianos con "horno de leña" o que venden la "pizza a la piedra"; es una masa muy crujiente, especialmente en el borde y que, de tan fino que es, muchas veces se quema ligeramente.
El truco: la sémola de trigo.
La receta la tenía en casa desde hacía mucho tiempo, en el mismo libro de Jamie Oliver de donde saqué la receta de la pasta fresca.
Las cantidades en la receta del libro son para hacer 4 bases de pizza.
Yo las he dividido por dos:
- 10 gramos de levadura seca. (Yo he utilizado levadura de sobre. La próxima vez lo intentaré con levadura fresca).
- 1 cuchara de azúcar
- 300 ml de agua templada
- 250 gr de harina fuerte
- 250 gr de sémola (he utilizado sémola de trigo Nomen)
- 1 cuchara de sal
- harina para espolvorear
1. Disolver la levadura y el azúcar en la mitad del agua templada.
2. Mezclar las harinas y la sal en un bol grande. Hacemos un hoyo en el centro.
3. Se coloca la solución con levadura en el hoyo y se mezcla poco a poco hasta que se haya empapado bien. Se añade el resto del agua hasta formar una masa húmeda.
4. Amasar. Durante 5 minutos hacemos rodar la masa, empujándola y doblándola.
5. Moldeamos la masa hasta que tenga una forma redondeada y la dejamos fermentar hasta que duplique su tamaño (en mi caso no llegó a duplicar, simplemente creció un poco). La masa debe quedar en un lugar cálido, húmedo y a salvo de corrientes. Se puede colocar en un bol y tapar con film transparente.
En este punto podemos aprovechar para preparar los ingredientes del relleno.
6. Tras reposar durante 1 hora aproximadamente, la masa estará lista para que la amasemos de nuevo (durante 1 minuto aprox.) con el fin de que expulse el aire.
7. Dividimos la masa en dos y comenzamos a estirarla lo más fina posible evitando que se rompa.
8. Rellenamos la pizza.
Calentamos el horno al máximo. Éste es el otro truco. El horno debe estar lo más caliente posible ya que debemos simular un horno de restaurante que alcanza los 400ºC.
En mi caso, lo máximo son 270ºC. Metemos la pizza en el horno con calor solamente en la parte inferior y en 8-10 minutos la pizza estará lista.
El otro trozo de masa lo he envuelto en papel film y lo he metido al congelador ya que se conserva perfectamente. Y así otro día que nos apetezca disfrutar de una pizza 100% casera por la noche, dejaremos descongelar la masa en la nevera desde por la mañana y estará lista para preparar para la cena.
También se puede estirar y meter en el horno 2-3 minutos para después congelar al estilo de las masas precocinadas que podemos comprar en el super.
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